El fenómeno de la creación de empresas es actualmente uno de los de
mayor interés, seguimiento, dedicación y esfuerzos tanto en los ámbitos
académicos, políticos y sociales por su importancia demostrada en su capacidad
para genera empleo, desarrollo y crecimiento económico en la sociedad actual.
La capacidad de las empresas recién creadas para adaptarse rápidamente a los
cambios del entorno, así como su potencial innovación, convierte a estas
empresas en un elemento clave en el desarrollo económico actual.
A través de la figura y la visión del empresario (individual o grupal),
existen múltiples factores que anteceden al proceso de creación y puesta en
marcha de una nueva iniciativa empresarial y prácticas necesarias para que la
probabilidad de que la iniciativa empresarial tenga éxito sea mayor.
El proyecto de creación de una nueva empresa va ligado cada vez más al
concepto de emprendimiento, debido especialmente a que en el entorno global que
nos situamos, con gran competencia y con entorno tecnológico que evoluciona a
gran velocidad, lo que exige cada vez más una visión más
"emprendedora" que "empresarial" el análisis y puesta en
marcha de un proyecto.
Para la supervivencia de la nueva empresa creada, es fundamental que
aporte una nueva ventaja competitiva, como la mejor en el producto, un proceso
más limpio y eficiente, servicios adicionales que mejoren las prestaciones, una
mejor y más rápida distribución, introducir el nuevo producto/servicio en un
segmento de mercado no utilizado anteriormente. Es fundamental que la nueva
empresa, a través de los productos/servicios que ofrezca satisfaga necesidades
no cubiertas actualmente.
La creación de una empresa necesita estructurar una serie de recursos
materiales, humanos y económicos de cara a la consecución de una serie de
objetivos establecidos por los emprendedores en la puesta en funcionamiento de
su actividad. Para ello, se recurre generalmente al desarrollo de un plan de
empresa.
PLAN DE EMPRESA
El plan de empresa (también llamado plan de negocio o business plan) es
un documento que identifica, analiza y describe el proyecto empresarial que se
va a llevar a cabo. Se convierte en un la guía para orientar los pasos que debe
dar la empresa. El plan de empresa se compone de distintos planes que analizan
la viabilidad técnica, económica y financiera del proyecto, y marca los
objetivos y medios para conseguirlos.
La utilidad del plan de negocio es tanto en el ámbito interno como
externo. Desde el punto de vista interno, el plan de empresa se considera útil
para:
Organizar y ordenar la información para comprobar la viabilidad del
proyecto en los diferentes niveles funcionales (económica, técnica, humana,
financiera, etc.).
Establecer las líneas de acción necesarias para definir los diferentes
objetivos y las estrategias necesarias para conseguirlos.
Controlar el proyecto: una vez creada la empresa, el plan de empresa
sirve para comprobar que se va desarrollando y cumpliendo los objetivos
planteados en el mismo.
Mientras que en el ámbito externo, el plan de empresa es útil para:
Usarlo como presentación completa y detallada del proyecto ante posible
socios o colaboradores interesados como accionistas, entidades financieras.
Obtener recursos de entidades públicas o privadas: financiera,
administrativa, de asesoramiento como Bancos, Ayuntamientos, Comunidades
Autónomas, etc.).
Existen diversas formas de estructurar un plan de empresa, aunque las
diferencias suelen ser más en la forma que en la forma que en el contenido del
plan. De forma general, se aceptan que un plan de empresa debe contener las
siguientes partes:
-
Introducción. Descripción general del proyecto
y promotores del mismo
-
Análisis de la situación y diagnóstico
interno y externo
-
Definición de los mercados y productos.
Objetivos y metas
-
Plan estratégico
-
Plan de marketing y ventas
-
Plan de producción y operaciones
-
Plan organizativos y de recursos humanos
-
Plan económico y financiero (cuentas, balances
y presupuestos)
-
Resúmenes y anexos.
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